¿A quién no le gustaría que una estrella fuera bautizada con su nombre o el de su amada?
Seguramente mucha gente pagaría dinero por poder tener una estrella, un planeta o una isla con su nombre. Pero ponerle el nombre a un planeta, estrella o asteroide tiene su ciencia, aunque no siempre fue así.


Los primeros estudiosos del universo bautizaron a los astros con nombres griegos o árabes. Con el tiempo se desarrolló una metodología. En la actualidad existen catálogos de nombres aprobados por la Unión Astronómica Internacional (UAI).

Para poder bautizar un astro, el primer paso es reportar el descubrimiento a la Oficina Central de Telegramas de UAI para saber si de verdad es un hallazgo nuevo. Si lo es, se catalogará según la nomenclatura establecida.

En el caso de los asteroides existen dos clasificaciones: una provisional y otra definitiva. En la primera se debe combinar el año, la letra designada para la quincena del año en que se realizó el hallazgo y la letra para el mes del descubrimiento. Por ejemplo, un asteroide detectado en la segunda quincena de Marzo de 1989 será clasificado como 1989FC. La F fue la letra que le correspondió a la segunda quincena de Marzo de 1989.

Cuando se determina la órbita del asteroide, entonces se clasifica de forma definitiva. En este caso, el nombre se configura con la combinación del número del asteroide, más el nombre de la persona que lo descubrió.

A los cometas se les llama como su descubridor. A las galaxias, en cambio, se les cataloga con la letra M, en honor al Catálogo Messier,(en wikipedia), y el número que le toca. Así, es común referirse a la galaxia de Andrómeda como la M31.
Galaxia de Andromeda
Para nombrar a los planetas extrasolares se utilza el nombre de su estrella primaria, más una letra minúscula, la cual se selecciona según el orden del descubrimiento de los diferentes exoplanetas existentes en torno a una estrella, empezando con la letra "b". Las letras mayúsculas A, B, C, D solo se utilizan en una estrella doble. Por ejemplo, hay un Sirio A y una Sirio B. En el caso de las estrellas, es muy raro que la Unión Astronómica Internacional acepte un nombre propio para bautizarla. Por lo que las compañías que venden por Internet la posibilidad de bautizar una estrella con tu nombre, solo están cometiendo un fraude.

Si te gustó el artículo, no dejes de compartirlo con tus amigos/as y conocidos/as,  y si es posible, agradecer con un click en "me gusta".

Gracias por visitarnos....

0 comentarios :

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...