Quizas el Universo Real sea más grande de lo que imaginamos. En él tendrían cabida desde el tiempo o la energía hasta otros Cosmos con sus propias leyes.



En la noche del Jueves 6 de Diciembre de 1979 Alan Guth, sentado en el despacho de su casa, muy cerca del acelerador líneal de Stanford, en California, EUA, abrió su cuaderno y escribió con letra pequeña:"Me gustaría considerar los efectos de una constante cosmológica y la congelación de grados de libertad en la evolución del Universo". Después, debajo, plasmó las ecuaciones estándar de un Cosmos en expansión.
Hacia la 1 de la madrugada del Viernes, y luego de tres páginas de cálculos, se encontró con que inmediatamente tras surgir, el Universo se desbocaba. A una cienmillonésima de billonésima de billonésima de segundo de nacer había doblado su tamaño casi mil veces. A ese increíble proceso lo llamó inflación.

Hasta el Infinito y Más Allá

Si el cosmólogo y físico teórico tiene razón, el Cosmos es más vasto de lo que imaginamos. En menos de lo que dura un parpadeo, el Universo visible, el que alcanzamos a ver con nuestros telescopios, podría haber brotado de un trozo del Big Bang no mayor que un protón. Sería, además, un pedazo insignificante de un pastel mucho mayor: el Universo Real. Si a esto sumamos que la información viaja por mucho a la velocidad de la luz en el vacío, obtenemos una consecuencia de lo más peculiar: pueden existir regiones que son casualmente desconectadas de la nuestra con características un tanto distintas a las que atisbamos en la parte del Universo accesible a nuestras observaciones.

La razón es obvia: cualquier intercambio de información entre dos zonas del Universo se verifica a la velocidad de la Luz. Esto es, si nuestro Universo tine casi 14.000 millones de edad, todo punto que se encuentre a más de 14.000 millones de años luz estará desconectado de nosotros, porque a la uz no le habrá dado tiempo de llegar a la Tierra.

Atrapados en una burbuja

Algunos científicos creen que el Universo Real se compone de diferentes regiones inconexas entre sí, llamadas burbujas de Hubble, que contienen el Universo observable de quienes las habitan. Para el cosmólogo Max Tegmark, del Instituto Tecnológico de Massachussetts (MIT), podríamos encontrar una de estas estructuras idénticas a la nuestra una distancia de 1 seguido de 10 elevado a 118 ceros. Resulta, literalmente, inimaginable.

Ahora bien, si dejáramos pasar el tiempo suficiente, daríamos a la luz la oportunidad de viajar tan lejos que esas burbujas de Hubble empezarían a interaccionar entre sí. Eso, siempre y cuando el ritmo de expansión cósmica, esto es la velocidad a la que se separan las galaxias unas de otras, no fuera mayor que el de la luz. Puede parecer una incongruencia, pero la relatividad de Einstein sólo prohíbe a la materia viajar más rápido que la luz; no dice nada sobre la velocidad a la que se expande el porpio espacio.

Multiplicación total del Universo
Poco después de que Guth planteara el modelo inflacionario, el físico teórico de origen ruso Andrei Linde propuso una variante conocida como inflación caótica o eterna. Segñun esta versión, en el universo no hubo una única explosión creadora a la que siguió un proceso inflacionario que involucró a todo el Universo Real, sino que en todo momento podemos encontrar una región en fase de inflación. Esto genera una auténtica cascada de posibles universos desconectados unos de otros con características y valores en sus constantes fundamentales, como la carga del electrón, totalmente diferentes.

Seguiremos desarrollando este tema...

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